domingo, 13 de junio de 2010

La Edad de Bronce en China


Tsun de oblación con incrustaciones de turquesa y filamentos de oro. Período Chou Oriental a Estados Combatientes (475﹣221 a.C.) 28,5 x 39.7 cm. Excelente ejemplo de incrustaciones de metales preciosos en cobre. (Fotos cortesía del National Palace Museum, Taipei, Taiwan, China)

En un intento por clasificar la etapa prehistórica de la humanidad, los arqueólogos e historiadores occidentales han concebido un sistema basado en tres períodos de tiempo consecutivos divididos específicamente en la tecnología predominante usada para la manufactura de instrumentos, a saber: Edad de Piedra, Edad de Bronce y Edad del Hierro.

Sin embargo, este sistema de tres períodos resulta díficil de aplicar en las regiones fuera de Europa, para la cual fue diseñado. En otras regiones del mundo, no existe una diferencia tan clara de las eras prehistóricas basada en la tecnología usada en las herramientas y objetos comunes. Por lo tanto, los expertos consideran en el día de hoy que usar el sistema de las tres edades para designar el avance de las sociedades humanas constituye un enfoque poco científico.

Generalmente, se considera que la Edad de Bronce en China se inició durante la etapa posterior de la dinastía Hsia (Xia, 2205-1766 a.C.), y se extendió por unos 1.500 años a través de varias dinastías, abarcando la Shang (1766-1122 a.C.), Chou Occidental (Zhou Occidental, 1122-770 a.C.) y Chou Oriental (Zhou Oriental, 770-221 a.C.). Incluso después de la subsecuente aparición del hierro en las dinastías Chin (Qin, 221-206 a.C.) y Han (206 a.C.-221 d.C.), se siguió utilizando el bronce por mucho tiempo en China.

Los historiadores no han llegado a un acuerdo acerca de las fechas que limitan una “Edad de Bronce” en China. La dificultad radica en que la aplicación de dicho término denota un período donde los utensilios de bronce reemplazaron a los de piedra, siendo posteriormente reemplazados por las herramientas de hierro. Esta división es relativamente clara en la historia de Europa y el Medio Oriente; pero en China, se complica por dos situaciones, el descubrimiento de la tecnología del hierro y la continua presencia de herramientas, armas y objetos rituales de bronce en épocas muy posteriores.

Los cacharros de bronce más antiguos han sido encontrados en las excavaciones de sitios relacionados con la cultura Machiayao (Majiayao, 馬家窯文化), un grupo de comunidades neolíticas que se encontraban en el cauce alto del Río Amarillo, en las provincias de Kansu (Gansu) y Chinghai (Qinghai), que los arqueólogos datan entre 3100 y 2700 a.C. A partir de ese entonces, se supone que los antepasados del pueblo chino entraron gradualmente en la Edad de Bronce.

Durante esas eras remotas, solamente la clase gobernante podía comisionar la manufactura y usar los preciosos objetos de bronce. En esa época, se consideraban el culto y la guerra como los asuntos más importantes de un Estado. El bronce era fundido principalmente para hacer objetos rituales, aparte de armas, con el fin de ofrecer sacrificios a los antepasados pidiendo por sus bendiciones para tener un linaje perpetuo.






Recipiente Sung. Chou occidental tardío (899-771 a.C.), 63 x 44,4 cm. Base: 24,3 x 31,7 cm. Posiblemente se usó para guardar vino.


En consecuencia, del arreglo y la cantidad de objetos de bronce utilizados en una determinada ceremonia ritual, uno podía conocer el estatus social y la posición del noble que presentaba la ofrenda. Por ende, los objetos de bronce eran los artefactos rituales más importantes en la sociedad aristocrática durante los períodos Shang y Chou.

La metalurgía del bronce en China se originó en lo que es denominado como el período Erhlitou (Erlitou 二里頭文化, 2000-1500 a.C.), que algunos historiadores colocan dentro de la dinastía Shang, mientras que otros consideran que pertenece a la anterior Hsia.

En este sentido, la Galería Nacional de Arte de Estados Unidos define la Edad de Bronce en China como el “período entre 2000 a.C. y 771 d.C.”, un período que se inicia con la cultura Erhlitou y termina abruptamente con la desintegración de la dinastía Chou Occidental.

En muchos aspectos, esas dos tempranas dinastías fueron cruciales en la formación de la cultura china. Políticamente hablando, con una creciente preocupación humanista, el mandato teocrático original se fue transformando gradualmente en uno regentado por los rituales y convenciones sociales.

Materialmente, las avanzadas técnicas para derretir y moldear el bronce dieron inicio a una nueva era de contenedores rituales y armamento. El avance en las habilidades artesanales y la tecnología propiciaron la aparición de una amplia gama de industrias.

Tsun en la forma de un animal con cabeza de ave. Período de los Estados Combatientes (481-221 a.C.), 20 cm x 4,5 cm de diámetro.


El bronce fue la primera aleación de importancia obtenida por el ser humano, lograda mediante la mezcla de cobre y estaño, así como otros minerales, en proporciones diferentes dependiendo de la región.

Como su aparición en China está significativamente más tardía que el descubrimiento del bronce en Mesopotamia, algunos autores consideran que la tecnología del bronce fue importada a China. Sin embargo, existen suficientes razones para afirmar que el descubrimiento del cobre en China ocurrió espontáneamente, desligado de toda influencia externa.

Espiritualmente hablando, los dos principales asuntos de Estado, el culto y la guerra, se expresaban a través de las diferentes formas y patrones de los objetos rituales de bronce, que eran el medio poderoso para entrar en comunión con las deidades y los antepasados.

Por otro lado, las incripciones en los objetos de bronce registraban las ocasiones rituales en que fueron hechos tales cacharros: ritos festivos, campañas militares o ceremonias para conferir condecoraciones o dar reconocimientos.

Incluso las armas hechas de bronce llevaban en muchas ocasiones marcas y signos que denotan una relación sacra. Los chinos solían inscribir formas antropomorfas y zoomorfas, así como símbolos abstractos en los objetos de bronce. Algunas piezas mayores incluso tienen inscripciones que han ayudado a los arqueólogos e historiadores a decifrar mejor la historia china, especialmente en períodos tan oscuros como la dinastía Chou.

Los bronces del período Chou contienen narraciones históricas que no se encuentran en ninguno de los textos antiguos que han perdurado hasta nuestros días. La relativa durabilidad del bronce ha permitido preservar los registros históricos de mejor forma que los manuscritos.

Muchos especialistas denominan la variedad de signos que encontramos en los antiguos cacharros de bronce como la “escritura del bronce”, aunque estrictamente hablando, no ha existido un tipo tal de escritura. Se considera que esta forma de inscripción es un sistema intermedio entre los grabados de los huesos de oráculo y la escritura china formal.

En China, la cultura en torno al bronce, exaltada en los ritos y la música representados en los calderos y campanas; en el culto y la guerra cuando se rendía honor a los antepasados; y el nuevo Mandato heredado y elaborado repertorio textual durante el período Chou, siguió jugando un papel importante aún después de la unificación definitiva del Estado chino bajo las dinastías Chin y Han.

Si bien los objetos de bronce cedieron gradualmente su papel central en el sistema ritual, los mismos se transformaron en un prototipo cultural del pueblo chino, profundamente enraizados en la esencia de su cultura y pensamiento. Los cacharros de bronce que han perdurado hasta nuestros días muestran dicha esencia: extensa y elaborada; pero a la vez, profunda, pero moderada en sus líneas.