martes, 12 de mayo de 2009
Reunión en el Inframundo: el Duque Chuang de Cheng
En el año 771 a.C., el príncipe heredero de la dinastía Chou (Zhou), Chü Yi-chiu (姬宜臼, Ji Yijiu, ? – 720 a.C.), traslada la capital del reino desde Tsungchou (宗周 [鎬京], Zongzhou) a Chengchou (成周, Chengzhou), actualmente conocida como Luoyang, una ciudad de la provincia de Henan, dentro del Valle del Río Amarillo. Este masivo desplazamiento urbano dio inicio a la Dinastía Chou Oriental.
La anterior Dinastía Chou Occidental, fundada en 1045 a.C. tras el colapso de la dinastía Shang (1600 – 1046 a.C.), se inició como una amalgama de ciudades-estados que se fue progresivamente centralizando con instituciones políticas y económicas de funciones cada vez más específicas. Ya para los últimos tiempos de la dinastía, hubo gran control central sobre los gobiernos locales y un sistema de impuestos agrarios. Los funcionarios no recibían salarios, sino regalos de forma semi-regular, por parte del Rey. Generalmente, tras alguna actuación sobresaliente, el funcionario recibía terrenos y viviendas. La estabilidad del imperio se mantuvo a través del matrimonio entre miembros de la Corte con los nobles locales, así como la adjudicación de territorios en regiones distantes a familiares del monarca.
El último monarca de Chou Occidental, Rey You, se enamoró de una plebeya, Pao Szu (褒姒, Baosi), quien fue presentada como regalo al monarca por el hijo de un funcionario de la Corte que había sido condenado a muerte. Según la tradición, Pao Szu fue la mujer china más bella que nunca haya existido.
El Rey You quedó tan enamorado de ella, que descuidó totalmente las funciones de la Corte y se divertía haciendo llamados de falsa alarma para reunir a las tropas de todos los nobles, algo que excitaba a Pao Szu.
Originalmente, el Rey You estaba casada con una consorte real, siguiendo las normas de la etiqueta imperial. Pero, el monarca no quiso hacer caso a las instrucciones y las desdichas que según los textos canónicos antiguos acarrearía un acto de esta naturaleza. Para complacer a su nueva concubina, el Rey You ordenó el destierro de la Reina.
Un carruaje del Período de Primavera y Otoño.
Los llamados de falsa alarma cerraron el destino final del extravagante monarca. En una rebelión por la tribu nómada de los Chienjung (犬戎, Quanrong) en el año 771 a.C., el Rey You pidió auxilio de las tropas de los nobles, pero éstos, creyendo que se trataba de otro acto de diversión del monarca, hicieron caso omiso al llamado. Finalmente, los bárbaros irrumpieron en el palacio, mataron al Rey You; y Pao Szu despareció en forma misteriosa en medio de la trifulca militar.
La Dinastía Chou Oriental se extiende del año 771 al 256 a.C., aunque existen ciertas discrepancias entre los historiadores acerca de cuál es la fecha o el evento que definitivamente marca el fin de esa era. En términos generales, los historiadores dividen esta turbulenta época de la historia antigua de China en el Período de Primavera y Otoño (721 – 481 a.C.) y el período de los Estados Guerreros (403 – 221 a.C.). En esta dinastía, el monarca seguía en el trono, pero carecía de poder real alguno.
Durante su huida hacia oriente, el príncipe Chü Yi-chiu fue protegido por los nobles de Chi (齊, Qi), Cheng (鄭, Zheng) y Tsin (晉, Jin), en contra del ataque de tribus bárbaras y de otros nobles rebeldes. En la nueva capital, la Corte Chou carecía de un verdadero control de los territorios orientales. Incluso cuando Chü Yi-chiu fue coronado, tuvo que hacerlo bajo el apoyo y protección de los Estados antes mencionados.
El dominio del monarca estaba esencialmente limitado a la capital, Chengchou (actual Loyang), y algunas áreas circundantes. Los subsecuentes reyes de la dinastía Chou Oriental tuvieron que pedir con frecuencia la ayuda de los poderosos Estados vecinos para proteger el reino y resolver luchas internas por el poder. La Corte Chou no volvió nunca a recobrar su autoridad original y el monarca era más bien un rey de jure, que mantenía el título del “Mandato Celestial”, pero que en la realidad no tenía poder alguno. Sencillamente, era una figura decorativa que sobresalía entre los Estados feudales.
El primer noble que ayudó a los reyes Chou fue el Duque Chuang de Cheng (鄭庄公, Duque Zhuang de Zheng, 757 – 701 a. C.). Chuang fue el primero en establecer el sistema Pa (霸, ba), donde se impuso una hegemonía con el fin de retener el viejo sistema proto-feudal. Este sistema permitió mantener una relación entre los Estados feudales y la Corte Chou Oriental para integrar sus fuerzas con el propósito de hacer frente a las invasiones por las tribus nómadas que moraban fuera de los confines del imperio.
El Duque Chuang de Cheng fue el tercer gobernante del Estado de Cheng. Su nombre era Chü Wu-sheng (姬寤生, Ji Wusheng), cuyo apellido demostraba su ascendencia real, y cuyo nombre significaba “nacimiento difícil”. Era hijo del Duque Wu (鄭武公, 771 – 774 a.C.) y Wu Chiang (武姜, Wu Jiang).
Chuang era el mayor de los dos hijos y por lo tanto, era el heredero al trono, pero su madre quería más a su hermano menor, Chü Tuan (姬段, Ji Duan), conocido también como Kung-shu Tuan (共叔段, Gongshu Duan). La razón era muy sencilla, cuando su madre dio a luz al hijo mayor, tuvo un parto anormal y difícil. En una de esas extrañas circunstancias de la naturaleza, Chuang salió del vientre diferente a la mayoría de los bebés, con los pies primero. Esta alumbramiento se demoró mucho, ya que la partera tuvo que meter uno de los pies del niño varias veces para que saliesen los dos juntos. El dolor que tuvo que soportar la madre fue tremendo y casi le cuesta la vida.
Tras haberlo parido, Wu Chiang ordenó a la niñera que se deshiciera del niño. Por haber estado tanto tiempo con la cabeza dentro del vientre de su madre, Chuang no lloró después del nacimiento, más bien estaba un tanto sofocado.
El Duque Wu, su padre, ordenó a la niñera que le trajera a sus brazos al recién nacido tras escuchar la decisión de su esposa. El trató de convencerla que no se deshiciera del recién nacido, pero Wu Chiang estaba determinada con su decisión de castigar al inocente que la había hecho sufrir tanto.
Impotente, el Duque Wu abrazó al recién nacido y le dijo: “Mala suerte tienes hijo mío. Pero, te daré un nombre, Wu-sheng, que quiere decir ‘nacido rebelde’. No importa dónde vayas, siempre que recuerdes tu nombre, no habrás nacido en vano”. Al terminar de decir estas palabras, el niño se recobró de su sofocación inicial y comenzó a llorar.
La madre al escuchar el lamento del bebé, y ante la insistencia de su marido, asintió a criarlo. Pero al nacer su segundo niño, Tuan, y tener un parto natural y tranquilo, Wu Chiang comenzó a desarrollar una predilección especial por el menor y una especie de odio oculto en contra de su hijo mayor.
Sin embargo, el Duque Wu observó el comportamiento de sus dos hijos durante mucho tiempo; y llegó a la conclusión de que si bien Tuan era físicamente más apto y valiente, carecía del carisma y la benevolencia de su hermano. Por esa razón, decidió cumplir con las normas de la cortesía de la casa de los Chou y nombrar al mayor como heredero al trono. No había razón alguna para cambiar esa costumbre, al menos en el caso de sus dos hijos.
Para ser un tanto justo, el Duque Wu designó un pequeño pueblo alejado de la capital como territorio de Tuan. La madre no estaba complacida con la decisión del duque y trató en varias ocasiones de cambiar su determinación, pero todo fue en vano.
En el año 744 a.C., el Duque Wu fallece y Chuang asciende al cargo de Duque de Cheng. Poco después de ocupar el trono, Wu Chiang visita a su hijo y le reclama por una supuesta injusticia en contra del hijo menor. Con la benevolencia que siempre le destacó, Chuang preguntó a su madre qué deseaba que hiciera por Tuan, su hermano menor.
En primer lugar, ella pidió que el Duque otorgara la ciudad de Chingchen (京城) a su hijo menor. En esos momentos, Ching-chen era la segunda ciudad más importante del Estado de Cheng. A pesar que estaba en desacuerdo y los miembros de su Corte le pidieron que rechazará la solicitud, el Duque accedió al pedido de su madre y otorgó Chingchen como un feudo de su hermano menor, Tuan.
Al ver que había resultado su plan, Wu Chiang pide a Tuan que fortificara la ciudadela, almacenara armamentos y reclutase mercenarios para su causa rebelde. No contenta con la situación, la madre visita de nuevo al Duque y le pide en esta oportunidad que le conceda varias divisiones de sus tropas para reforzar la defensa de Chingchen. Tras dudarlo por un momento, Chuang también accedió a la petición de su madre.
La revuelta de Tuan
Ante todos los factores a su favor, Tuan se sentía complacido y confiado en poder llevar a cabo su revuelta contra el Duque. Pero, no encontraba en momento oportuno. Su madre decide ayudarla y procura conocer los planes de su hijo mayor.
Pronto, los rumores de una inminente revuelta por parte de Tuan llegaron a oídos del Duque Chuang. Sus ayudantes sugirieron retomar Chingchen de manos de su hermano menor, antes que fuera demasiado tarde. Sin embargo, Chuang rehuso tomar acciones contra su hermano menor, diciendo que Tuan no había cometido falta alguna y que lo único que hacía era reforzar las defensas contra los invasores bárbaros. Afirmó que como hermano mayor, no podía desconfiar de su hermano menor.
En cierta noche, Chuang ve pasar la sombra de su madre por los corredores del palacio en medio de la oscuridad. Decide llamar a un par de su más cercanos ayudante y en voz alta, le comunica que se estaba preparando para viajar a Chengchou (actual Loyang) para unas consultas diplomáticas. Para la gira, designa a uno de los funcionarios presentes como encargado del trono; mientras ordena a otro para que lo acompañase en su comitiva.
Al salir los funcionarios del palacio, Chuang pudo ver a su madre pasar apresuradamente por los pasillos para dirigirse a su recámara. Por dentro, y en voz baja dijo: “Madre, ¿qué haces fuera de su casa tan tarde en la noche? Ojalá que la oscuridad de la noche no te guíe por el mal camino”.
Wu Chiang envia una carta secreta con un emisario a Tuan, comunicándole que el Duque saldría de viaje y que era el momento oportuno para asediar la capital y arrebatar el trono a su hermano. Además, le aseguraba que ella abriría las puertas de la ciudad para que entrase sin problemas con las tropas a su mando.
Llegó el día de la partida hacia Loyang y pronto, Tuan, al mando de un poderoso ejército sitió a la capital. El alzado en armas no se percató de algo muy importante en el campo militar, el espíritu de obediencia hacia sus superiores. Sin bien las tropas habían sido asignada bajo su mando, las mismas tenían una obligación de acatar órdenes de los oficiales superiores, que estaban en la corte del Duque Chuang. Al ser informado acerca del sitio, Chuang manda a los superiores que ordenen el retiro de las tropas leales que se encontraban con Tuan. A la vez, les indicó que dejasen un pequeño puñado de soldados, los más viejos, acompañando a su hermano menor.
Cuando creyó que era el momento preciso del ataque, quiso reunir a sus tropas para darles instrucciones de la operación. Para su sorpresa, la reducida soldadesca que le acompañaba le informó que el grueso de las tropas se había retirado bajo órdenes de los generales que estaban con Chuang.
Bajo la protección de las tropas, Chuang retorna rápidamente a la capital. Viendo que todo ya estaba perdido, Tuan se suicida. Al escuchar la muerte de su hermano, Chuang corre hacia el cadáver de Tuan y lo abraza, diciendo en medio de las lágrimas: “¿Por qué has tomado tu vida? Acaso no sabes que como hermano, siempre perdonaré tus faltas, por más graves que sean”.
La reunión en el inframundo
Al día siguiente, Wu Chiang ingresa presurosa a la corte del Duque Chuang y le reclama por la vida de su hijo predilecto muerto. Chuang se voltea y le dice a su madre: “A ti también quiero pedirte una persona”. Sorprendida, Wu Chiang pregunta: “¿A quién quieres que te entregue?”. Sumamente enojado, el Duque le increpa: “A mi hermano, a quien empujaste a la muerte por tus intrigas”.
Parándose de su trono, ordena el destierro de su madre, diciendo: “Sal inmediatamente de aquí, quiero que te vayas lejos de esta ciudad. Ya no quiero volver a verte, sólo volveré a reunirme contigo en el inframundo”. Enseguida, llamó a su guardia y dio instrucciones para que se llevasen a su madre a un sitio lejano.
Pasado cierto tiempo, un funcionario de su corte trajo al Duque Chuang un enorme búho enjaulado y le dijo que era el ave que más merecía ser comido. Chuang le preguntó si era porque su carne sabía mejor que la de una perdiz. El funcionario le dijo que no, sino porque era un ave ingrata, que al crecer se comía a su madre antes de volar del nido.
Perplejo, el Duque Chuang le preguntó cuál era la razón de traerle semejante ave, a lo que el funcionario le respondió con una amonestación sobre la piedad filial.
Restos de una ofrenda funeraria del Estado Cheng desenterrados en una excavación arqueológica.
Durante la comida, observó que el funcionario se guardaba para sí las presas de carne que no se habían comido durante el evento. Extrañado por su acción, preguntó por qué procedía de esa forma. En forma cortés, le dijo que guardaba los sobrantes para llevarselos a su madre, ya que como eran pobres, no comían carne sino un par de veces al año.
El Duque Chuang alabó la piedad filial del funcionario y se lamentó que no podía hacer lo mismo ya que su madre estaba desterrada y él había jurado no volverla a ver jamás, al menos que fuera en el averno.
El funcionario se paró y le dijo que tenía un plan para lograr que su amo se volviese a reunir con su madre, a la vez que mantuviese firme su juramento. En esa época, los monarcas y nobles daban su vida por la palabra dicha, ya que por encima de todo reinaba la sinceridad.
“¿Acaso pretendes que me muera?”, increpó a su súbdito. “No mi señor, al contrario, tengo un plan magnífico con el que lograríamos ambas cosas”, respondió el funcionario.
“He encontrado una caverna con un río subterráneo de aguas amarillas. El sitio luce bastante ideal para imitar el infierno, y podría reunirse allí con su madre”, le sugirió.
El funcionario mandó a esculpir las letras “terma amarilla” en la entrada de la cueva, ya que en chino al inframundo se le denomina como el Reino de la Terma Amarilla.
Poco después, el Duque Chuang se dirigió hacia dicho lugar, donde previamente habían traido a su madre. Hijo y madre se reunieron en medio de las lágrimas, y se perdonaron mutuamente por los malos entendidos que tuvieron anteriormente. Así, Chuang pudo llevarla de nuevo al Palacio y cumplir con su obligación como hijo de cuidar a la madre siendo anciana.
Herir al Rey, pero no matarlo
Tras la muerte del Rey Ping de la dinastía Chou en el año 719 a.C., fue sucedido por el Rey Huan. Poco después de ascender al trono, Huan ordenó la destitución del Duque Chuang y lo despojó de su título nobiliario. Considerando que esta acción era un acto de mal gesto, ya que había protegido y ayudado a su padre en la huída hacia la nueva capital imperial, Chuang rehusó volver a presentarse en el palacio imperial y rendir tributo al nuevo rey.
Indignado por la acción de su vasallo, el Rey Huan formó una alianza con otros Estados vecinos y emprendió una campaña militar en contra del Estado de Cheng en el año 707 a.C. Frente a su ejército, el Duque Chuang derrotó al ejército agresor y humilló al monarca. En medio de la batalla, hizo que hirieran al Rey Huan disparando una flecha contra su brazo. Al conocer del hecho, ordenó que no matasen al monarca, quien pudo escapar herido junto con los sobrevivientes de su derrotado ejército.
Posteriormente, Chuang castigó a los Estados que habían ayudado en la campaña del Rey Huan. Con la lección recibida, el monarca tuvo que tragarse su amargura y aprender a vivir en paz con quien había sido siempre amigo y benefactor de su padre.
Desafortunadamente, cuando el Duque Chuang de Cheng fallece en el año 701 a.C., sus dos hijos iniciaron una larga guerra civil por lograr el mando en el Estado de Cheng. Al igual que los otros Estados del Período de Primavera y Otoño, finalmente terminaría conquistado por el Estado de Chin, al culminar el siguiente Período de los Estados Guerreros.
Etiquetas:
Dinastía Chou,
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Primavera y Otoño
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Profesor Chong , mucho gusto en saludarlo ,me presento , mi nombre es Santiago Chung , mi abuelo Fue Tifón(traducido) Chung Yong ... nació en KANTÓN ... bueno el motivo de que le escriba es que me gustaría saber el origén de mis raíces , de mi apellido CHUNG ... de donde viene , ojala me pueda ayudar eh indagado por el internet y no encuentro nada concreto . Ojala me pueda ayudar por lo que se de usted conoce mucho de historia.
ResponderEliminarTambién tengo mi blog , estudio en Perú...Medicina Humana ...
Un gusto en saludarlo ojala pueda ayudarme , muchas gracias por su atención.